Henry Bathes es
un profesor que posee un auténtico don para conectar con los alumnos. Sin
embargo, al trabajar como sustituto, esa conexión nunca llega a calar y pronto
se desvanece. Su llegada a un nuevo instituto donde una frustrada
administración ha conseguido volver totalmente apáticos a los alumnos dará a
Henry la oportunidad de convertirse en un ejemplo a seguir para los
adolescentes. Por fin se da cuenta de que no está solo en su desesperada
búsqueda de la belleza, en un mundo aparentemente falto de amor y lleno de
maldad.
Valoro esta película con un 8.
Opinión personal: Esta película
puede parecer cargada de pesimismo pero en el mundo real, en concreto en el mundo
social y educativo, a veces también hay pesimismo. Hay profesionales que no
creen en las personas con las que trabajan y creen que siempre estarán
enganchados a la droga, que siempre vivirán en la calle, que siempre
maltrataran… Vaya, que no tienen remedio. Es triste que haya profesionales de
este tipo, pero los hay, y aun es más triste ya que estos profesionales no
creen en la educación. Esta película, que os puede parecer llena de pesimismo y
tristeza, tiene una brizna de luz aunque también es una película que golpea
duro. El protagonista de la película (Adrien Brody de El pianista) me ha encantado, también el realismo de la historia
narrada. En fin, la recomiendo a todo el mundo pero en especial a profesores de
secundaria e incluso la pondría a los alumnos de cuarto de la ESO y alumnos
universitarios que cursan magisterio, educación social, trabajo social…
Hola.
ResponEliminaSóc mestra. El profesor pinta molt bé. Recomanaré la pel.lícula a companys meus.
Molt interessant.
Gràcies per comentar.
ResponEliminaA mi m'ha agradat molt tot i que no aprofundeix massa en la relació educativa professor - alumnat.